Que
el EXCESO de ejercicio no lo haga perder la cabeza
El afán de lograr un cuerpo esbelto o resultados
óptimos pueden traer consigo efectos indeseables
cuando no se entrena con mesura.
El sobreentrenamiento
o entrenamiento físico excesivo y prolongado, es
un problema que puede afectar no solo a los atletas de alto
rendimiento sino también la los deportistas aficionados,
que sumado a una dieta deficiente y falta de sueño
que pueden traer consecuencias nocivas.
Este
problema que según la Asociación Medica Americana
es “Una condición fisiológica y sicológica
que se manifiesta como un estado de deterioro en la disposición
atlética” se ha vuelto más común
de lo que se cree, debido al interés de conseguir
más rápidamente los objetivos y a la no aceptación
que la sobre carga puede perjudicar la salud.
Se presenta
como consecuencia además de prácticas deportivas
demasiado intensas durante largos períodos de tiempo,
del poco descanso, una mala recuperación o recuperación
insuficiente y una baja ingesta de calorías. Esta
condición se refleja en bajo rendimiento, o estancamiento
lo que se puede mal interpretar y en busca de contrarrestarlo
se aumenta la carga de actividad, lo que ayuda a complicar
el cuadro.
Falta
de atención, de sueño y apetito, ansiedad,
depresión, stress, irritabilidad, apatía son
algunos de los efectos sicológicos que se llegan
a presentar, pero también existen otras complicaciones
físicas que influyen directamente en el organismo
como el aumento de la frecuencia cardiaca y tensión
arterial, dolor muscular y articular, arritmias, lesiones
musculares y de tendones.
En las
mujeres el sobreentrenamiento afecta su sistema hormonal,
llegando hasta el punto en que afecta el ciclo menstrual,
ocasionando sangrados de menor intensidad o ausencia de
la misma, estos trastornos van enlazados con la intensidad
y duración de la actividad deportiva.
Los
deportistas aficionados del mismo modo lo pueden presentar,
en este caso juega un papel más importante, la frecuencia
de las actividades deportivas que la intensidad del ejercicio,
esto por la no adaptación del organismo y el inadecuado
descanso y recuperación.
En los
dos casos tanto de deportistas élite como de aficionados,
comienza con una simple fatiga que después se convierte
en fatiga crónica tanto externa como nerviosa que
afecta la parte mental, sensorial y emocional. Produciendo
cambios en el rendimiento físico, sicológico,
en el sistema inmune y también altera el metabolismo.
La recuperación
de la condición normal, se fundamenta básicamente
en el descanso adecuado, el cual puede requerir dependiendo
el caso de varios días o hasta más de tres
semanas, también la relajación, masajes, buena
alimentación y conciencia de que cada persona pone
los límites y no hay que excederse.
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