Reglas
para una alimentación sana
En busca de una alimentación sana
La ciencia médica conoce perfectamente cuales son
los alimentos más favorables para la salud del organismo,
y cuáles son los más perjudiciales; la medicina
ha establecido asimismo, las dietas alimenticias más
convenientes para cada caso en particular.
Las grasas que se utilizan en la actualidad y que suelen
ser de origen de: manteca de cerdo, grasas propias de la
carne y las que se añaden de un modo artificial,
suelen aumentar el nivel de colesterol en la sangre favoreciendo
la aparición de arteriosclerosis y enfermedades cardiacas
y algunas veces en edades muy tempranas, y de un modo especial
en aquellas personas que no saben poner ningún límite
a un apetito desmesurado, rayando a veces en la gula. Sabemos,
por el contrario, que los aceites vegetales en general (aceite
de oliva, de almendras, de cacahuates y sobre todo de semillas
de girasol y de semillas de maíz), especialmente
cuando se ingiere sin refinar, actúan disminuyendo
el novel del colesterol en la sangre, cuando éste
se halla excesivamente elevado; de esta forma se contribuye
a evitar una vejez prematura. Esta excelente propiedad de
los aceites vegetales desaparece cuando si ingiere fritos
o excesivamente refinados.
La mantequilla se dirige mucho mejor que las grasas animales
en general; sin embargo es más aconsejables los aceites
naturales, no refinados, que, por otra parte, resultan más
económicos. Los aceites vegetales pierden, al ser
refinados, gran parte de sus elementos vitales así
como también como su contenido en vitaminas. La mantequilla
elaborada con leche de vaca constituye una alimentación
rica en vitamina A y D, resulta muy sana desde que sea de
buena calidad y se consuma cruda en cantidades moderadas.
Cuando la mantequilla se ingiere de manera excesiva, en
parte guisada o frita, no solo resultaría tan nutritiva
y sana sino que además favorece a una aparición
de una vejez prematura.
En cuanto a las bebidas alcohólicas se ha demostrado
que su consumo en exceso acarrea graves perjuicios al cuerpo
humano y de un modo especial en el hígado pudiendo
ser la causa de una degeneración gradual o, con el
tiempo, una cirrosis irreparables.
En cuanto a la sal, perjudica notablemente a los riñones
y a otros órganos en general, sobre todo cuando estos
ya no funcionan perfectamente. Recientemente ha aparecido
en el mercado la llamada sal vegetal que, si se usa con
moderación no es perjudicial. Gracias a este tipo
de sal el paladar puede habitarse gradualmente a la supresión
del sabor de la sal imprime a muchos alimentos condimentados.
Sobre todo es útil en las dietas rigurosas sin sal.
Recuerda es mejor que comas con un mínimo de sal
por tu salud.
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