LA
NOCHE DE BODAS
Después de la ceremonia y la recepción llega
la noche de bodas, la primera noche como marido y mujer,
el momento más esperado desde el día del compromiso.
Ya por fin están solos y la magia que envuelve ese
instante rara vez se podrá repetir, por esto y mucho
más se necesita de la ambientación precisa
para hacerlo inolvidable.
En el pasado las mujeres ni siquiera se atrevían
a pensar en el momento de consumación del matrimonio,
pues la tradición e incluso las leyes lo prohibían.
Esta situación la veían como un momento esperado
–por curiosidad y deber-, pero no les hacía
la menor ilusión enfrentarse a lo desconocido. Hoy
en día las cosas son diferentes, es muy raro el caso
de la mujer que carece de información sexual previa
al matrimonio, y por lo mismo, ya no lo ve como una obligación
Sin embargo, hay algo que no cambia: la noche de bodas es
el comienzo de una vida en común, de la culminación
del noviazgo y el inicio de otra etapa en ambos, y quizá
por tal exceso de información ya no le damos la importancia
que merece. No se trata de que sea diferente o la mejor
en sus vidas, sino que aún cuando no se trate de
toda una aventura sexual, tiene un significado mágico
más allá de lo físico
Muchas mujeres aseguran que después de esa noche,
algo especial ocurrió en su vida y la de su pareja,
pero no creas que se trata de un cambio físico notorio
como imaginaban las abuelitas; más bien es una transformación
que indica el inicio de un proceso de ajuste que les va
a llevar tiempo, pero que va por buen camino
La noche de bodas la recordarás por siempre. Es lógico
que después de tantas emociones y presiones se sientan
muertos antes de llegar a la famosa suite nupcial, por lo
que no importa si se quedan dormidos o no tengan muchas
ganas para ponerse sexys y románticos; el hecho de
pasar su primera noche como esposos, es especial
El lugar es importante… Mucha intimidad y poca compañía
Saber que lograste algo muy anhelado es digno de celebrar,
por lo que no es nada recomendable pasar la noche de bodas
en casa de alguno de los papás, de la tía
o en el mismo hotel donde se hospeda toda la familia que
vino de fuera. No tanto por pudor, sino para que vayan creando
esa atmósfera de intimidad que siempre deberán
conservar.
Al entrar a la habitación no se le puede olvidar
cruzar la puerta con la novia en brazos, esto además
de ser un acto de romanticismo dará a la pareja prosperidad
y estabilidad en el matrimonio
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